31 de diciembre de 2011

3, 2, 1 ¿Ya?


Los gnomos del desván me transmiten que, debido a imperativos de carácter legal, durante los próximos dos días no van a pegar golpe sustancial en este lugar.

...

La propietaria en usufructo -de los gnomos- se encuentra cambiando el año, trabajo pesado y no obstante muy esperado durante varias semanas. 

24 de diciembre de 2011

¿FELIZ? Navidad...Junto al árbol de los deseos.

               



Ábol de deseos
  
¡Pide el tuyo!  
Cuando crees en los milagros, con esa bobería crédula de cuando eras niño, ocurre que ellos te buscan sin parar hasta que al fin  te encuentran.

20 de diciembre de 2011

MÚSICA - Sittin' On The Dock Of The Bay | Playing For Change


Alguien en la red social FB ha propuesto seguir un juego, que consiste en
1 acceder a esta página:
     http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_number-one_hits_(United_States)  %20y seleccionar tu año de nacimiento, para saber cuál era el número uno la semana en la que naciste.

2 buscar esa canción en you tube
3 publicar la canción en FB.
Como curiosidad os diré que esta es una de mis canciones cabecera en todas mis listas musicales.

19 de diciembre de 2011

Tour Barcelona estilo japonés

Einstein ya nos lo advirtió; el tiempo es relativo.


12.30h.  Entre Negros y Criminales. Clic.


13.15h.  Documentándonos (criminalmente, doy fe). Clic.

13.45h Visita Museo Speed. Clic.

14.35 h Café a la española. Clic.

15.10h Estirando los pies. Clic.
 
15.20h Callejeo. Clic.
15.22h.  ¿Se ha ido a comer?.  Clic.

16.05h. Momento Shopping ($$$,oh-oh). Clic.

17.40h Monólogos; preparar maleta.  Cerrar el gas. Clic.

 
18.35h Viaje relámpago;  de vuelta a Japón-ón.


 

(Las Alcantarillas de Poder, 2011)         
Fernando Rueda
 
© La Esfera de los libros, S.L., 2011
© Fernando Rueda Rieu, 2011
1ª Edición: Marzo 2011
Género y tags: Relatos de No ficción - Servicios Secretos - Gobiernos y Poder - Espionaje - Servicios de inteligencia - Agentes Secretos - Literatura española
ISBN: 9788499700298
332 Páginas
 
Argumento
Recopilación de relatos basados en hechos verídicos que han sucedido a lo largo de la historia del Cesid, la Casa, refugio de servicios de inteligencia en este pais desde los años de la Transición.
El conocimiento del periodista de investigación Fernando Rueda para el deleite de los seguidores de este género.
 
Opinión
Las Alcantarillas de Poder, la última obra publicada de Fernando Rueda, viene avalada por el retrato en sepia –el color habitual con el que relacionamos las mejores películas de género negro- de este autor, y su trayectoria como periodista de investigación.
Para los amantes del misterio y el secretismo, del sepia y la investigación, Fernando Rueda es uno de esos personajes que nos mantienen pegados a la pantalla del televisor cuando anuncian su presencia como invitado de programas relacionados con estos temas.
En Las Alcantarillas de Poder, título inspirado en aquellas frase que pronunció en su día el que fuera presidente de Gobierno, Felipe Gonzalez, se convirtió en una alusión a los servicios secretos –ahora maquillados con la palabra inteligencia, para evitar etiquetas que pongan en duda su legitimidad - de nuestro pais, una descripción ácida e inteligente que confiere ese halo de falsa cercanía a un Ministerio que por su finalidad imposibilita crear cierta confianza, ni siquiera entre sus propios miembros.
Si el tema central del espionaje ya es apasionante de por sí, introducirnos en los vericuetos de las cien operaciones que Fernando Rueda ha recopilado en esta obra es sorprendente y significa por ende un canto a la democracia, periodo en el que transcurre el recorrido de estos hechos más o menos conocidos por el público actual.
Cada una de las mini-historias recopiladas en este libro nos devuelven a la memoria acontecimientos reales que sucedieron desde la instauración –oficial- del Cesid en el año setenta y siete, y que con la salvedad de la lejanía temporal de los mismos, la idiosincracia, los métodos y la finalidad de este juego de espías nos sigue provocando una media sonrisa temerosa.
Fernando Rueda recrea en este volumen treinta y cinco años del pseudo-hermetismo que aún se intuye tras la empresa de fontaneros más habilidosa de este pais, y a pesar de la seriedad latente en el relato de tantos momentos y circunstancias críticos que se pudieron producir, no podemos dejar pasar por alto el trasfondo de comedia de vodevil que en ocasiones se ha originado alrededor de los protagonistas de los mismos, situaciones ridículas que recuerdan a espías de tebeo que hablan con uno de sus zapatos pegados en la oreja a modo de auricular.
Lógico, tanta inteligencia reunida en un mismo frente.
Las Alcantarillas de Poder recopila varios relatos con una narración atrayente, y que no resulta manida ni repetitiva a pesar de todo; el resultado es que le lector tendrá la impresión de haber pernoctado en aquellas antesalas ajenas en donde el esmero principal consistía en procurar la limpieza de unas cañerías en perenne atasco.
Muy recomendable.
 
 
Por Saray Schaetzler para Anika entre libros

LAS ALCANTARILLAS DE PODER

14 de diciembre de 2011

tiramisú entre libros

Todo comenzó una tarde en que Elena le sugirió a Anika: ¿por qué no nos reunimos en Madrid todos los colaboradores de Anika entre libros?
Ah! Pues yo quiero regalar libros, se adelantó enseguida Anika, alma mater de la web con el mismo nombre y 15 años de andadura en su lucha por difundir su amor a la lectura y la cultura en general.  En su perfil no es extraño encontrarse con historias y post de lo más surrelista:  qué comen los monos en Zambia, a quién han detenido por corrupción en Marbella, o quién ha presentado el mejor comic ilustrado.  La cultura, y más cuando es gratuita, no se valora con el mismo cariño que ella nos recibe. 

Revista on-line.  Quince años en la red.
Como efecto mariposa de esta crisis que nos inunda, y nunca mejor dicho, porque a día de hoy podemos hablar de un efecto hundimiento.  Los cadáveres que va dejando en el camino se cuentan a cientos de miles, a millones si seguimos los índices que ya todos conocemos, hasta el momento.  Crucemos los dedos.   ¿Qué más puedo decir que algunos no sepan ya sobre el efecto que está produciendo en el mundo cultural y de cómo los recortes han empezado a sacar sus afiladas uñas? Educación que se nos va, un futuro de jóvenes que se preguntarán para qué ha de servirles eso que llaman conocimiento, saber, si ahora son testigos del desprecio y el ninguneo que recibe este lado del rio por parte de gobierno y mandatarios -y algunos tocameloswebs apoltronados en despacho made in a mi pe la pela.Otra historia que no viene a cuento-.   Algunos aún creemos que los sueños (los que aparecen cuando leemos), la motivación (latente en esos mismos sueños) y las penalidades nos hacen más conscientes del largo y empinado trayecto que rodea al mundo cultural actual.  Cuesta levantarse cada día y abrir el balcón, temiendo que hasta los libros se quieran suicidar por este extrañamiento hacia lo que debe ser su patria.
Siempre nos quedará el Tiramisú.
Amén.

Por cierto, me han dicho algunos catalanes golosos que esperan con impaciencia una próxima reunión de tiramisuninos en la ciudad condal.  No podemos defraudarles.

12 de diciembre de 2011

TEATRO

ESCENAS DE NOVIEMBRE 2011 estrenará una obra de Raúl Hernández Garrido.:



EL CANTO DE LAS SIRENAS

La semana que viene, del 28 de noviembre al 3 de diciembre, comienza en Madrid Escenas de noviembre, el Festival de Teatro del Astillero dedicado a la difusión de la dramaturgia española, europea y latinoamericana.
Dentro de ella se presentará el Observatorio Latinoamericano de Dramaturgia Contemporánea y se estrenará Mein Kapital, la última producción de Teatro del Astillero. Dentro de ella se inserta la pieza El canto de las sirenas, de Raúl Hernández Garrido.

Además, los montajes de El amor y el trabajo, de María Folguera; Fair Play, de Antonio Rojano; Superhéroes del barrio de Teatro Sumergido. Y las lecturas de Sólo un actor, de Mathieu Bertholet; Turquía, de Arturo Sánchez-Velasco y La extraordinaria muerte de Ulrike M. de Carlos Bé.

Aquí puedes ver el programa
http://www.teatrodelastillero.es/escenas_nov/index.html

que puedes descargar a tu ordenador desde esta otra dirección
http://www.teatrodelastillero.es/imprenta/esc_nov2011_cartel_a3_con-logos.pdf

10 de diciembre de 2011

RESEÑA - Gilgi, Una de nosotras

GILGI, UNA DE NOSOTRAS

(Gilgi, eine von uns, 1979)

Irmgard Keun


Editorial Minúscula
Colección: Alexanderplatz 21
© Claasen Verlag, 1979
© Editorial Minúscula S.L., 2011
©Traducción de Carles Andreu
1ª Edición, Septiembre 2011
Género y tags:    Novela, Literatura alemana, Mujeres
ISBN: 9788495587817
225 Páginas


Novela ambientada en el primer tercio del siglo pasado, nos muestra el día a día de Gilgi, una veinteañera en apariencia segura de sí misma y con unas ideas y una personalidad firmes, que aún posee ese trasfondo de  inocencia con el que se imagina que uno es dueño de su propio destino.
La joven protagonista no tardará en darse cuenta que, precisamente los personajes y hechos inesperados que cada día se aparecen en su camino y esos pequeños pasos que parecen nimios son los que  terminarán decidiendo el rumbo que tomará su vida.
 Opinión

La autora alemana Irmgand Klein es como tantas otras mujeres de su época, una escritora destacada de la que apenas se conserva información en los ambientes literarios de la actualidad.  Y como ya sabemos que este mundo no es justo ni premia siempre que es merecido, de ella poco se ha destacado aparte de referenciar a su esposo,  el célebre Joseph Roth.  Obra publicada por vez primera en el año 1931, es importante contar con este dato para contemporizar la obra de Irmgard Keun. 
Algo atípico -no tratándose de España, por ejemplo-, ha sufrido esa injusta indiferencia hacia su obra incluso en su propio pais.

Gilgi, una de nosotras, está centrada en la figura de Gilgi, el personaje principal, joven de ideas claras y personalidad formada alrededor de un esquema y rutinas que se difuminarán al conocer a cierto artista soñador que vive en su propio mundo, y que representa todo lo que Gilgi no había planificado para sí misma.

Si tuviera que decidirme a la hora de resumir el mensaje que nos transmite esta obra de poco más de doscientas páginas me basaría en observar las circunstancias que sobrevienen en la vida de Gilgi, para aceptar la máxima de que no es posible planificar el futuro a nuestro antojo, y tomaría nota de todas las puertas que es de sabios dejar abiertas ante la posible aparición de personajes, circunstancias y asuntos inesperados con las que la incombustible Gilgi se cruzará y que serán en realidad las que marcarán su futuro.

Quizá no sea fácil en estos tiempos entender el altruismo de Gilgi para con los más allegados, y que en la obra denota una profunda lealtad hacia conceptos como la amistad, la generosidad, la palabra dada, el altruismo emocional, y todo sin perder un ápice de interés ni pretender cierta compasión, no, Gigi es una mujer fuerte incluso cuando se ve en la situación  de pedir dinero para aliviar las deudas de un antiguo amigo y su familia.

De personalidad atrayente, no entiende cómo la gente puede perder las esperanzas o darse por vencidos.  Incluso en el mayor momento de dificultad personal, Gilgi siente que debe salir de ello por sí misma, aunque los problemas y la realidad  le abren los ojos:  no siempre se puede conseguir aquello que deseamos a fuerza de tesón y voluntad. La esperanza en ocasiones se la lleva consigo la experiencias negativa de la vida, y el éxito no depende tanto de la propia voluntad como de la capacidad de adaptación a los continuos cambios y circunstancias inesperadas.

Otra de mis recomendaciones para añadir a esa lista de autoras femeninas que pasaron con más pena que gloria, a pesar de su obvio genio literario las más de ellas.  La obra de Irmgard Keun  nos transmite una fuerza que plantea lo que aún esconde la punta de ese iceberg.

Muy recomendable para todos aquellos interesados en descubrir autores alemanes, Alexanderplatz 21, de la editorial Minúscula, es una colección que les dejará con ganas de repasar más títulos.


Mi agradecimiento a la editorial Minúscula por sus atenciones. 

Saray Schaetzler
Ya he superado los vaticinios de cuatro finales de existencia humana, tres catástrofes naturales que me dejarían también poco menos que muerta y los llantos de ocho (desde la semana pasada se nos ha sumado un insensato más, ya son pues nueve) sobrinos a los que llevo por el peor camino que conozco: dejarles que sean ellos mismos.
Visto con perspectiva (de humano talla s –sincero, solidario, socarrón-) ¿creen que desde esta distancia uno tiene agallas para lanzarse al vacio en un alarde de superviviente condecorado cien veces?

Quizá deberían probarlo.

© Saray Schaetzler, Abismo, serie Miércoles de Cenizos

Aniversario Anika entre libros. Quince años con la cultura.




Precioso video que Anika entre libros ha elaborado a nuestras
espaldas
, quecalladitoselotenía, una sorpresa inesperada con la que nos a sorprendido a todos.  Qué gusto me da ponerle cara a muchos autores, y para eso este video es como darse un paseo por la Feria del Libro a las doce del mediodía y cruzarte con autores que cubren el amplio abanico actual de nuestra literatura: los famosetas, los super-ventas, los juveniles; lo no tan jóvenes pero con un espíritu que ya lo quisieran otros para sí; los que me emocionan desde el prólogo; los que sacan la ninja que llevo dentro...
Desde el desván salen decenas de ratones con un fuerte abrazo a todos y cada uno de los colaboradores, compañeros, escritores, y por supuesto el achuchón que me atrevo ya con más confianza a aquellos que en el corto camino que llevo entre los libros de Anika se han ganado una estancia fija con vistas al mar en Alican... digo, en mi corazón.

Lo que la literatura ha unido, que no lo separe la incompresión, la vanidad, el mando de la tele, los días bajos, que en esta web hay cerebros muy sanos y muy bien amueblados.  Saray Dixit.

ENTREVISTA a Eduard Pascual, autor de En el umbral de la muerte

Entrevista a Eduard Pascual, autor de En el umbral de la muerte, por Saray Schatzler, para Anika entre libros
Si hay algo que me gusta a la hora de hacer una entrevista, es conocer la parte humana del autor, además de sus obras, personajes, y temas. Y soy puntillosa a sabiendas en lo que respecta al ambiente, los ruidos de fondo, esos pequeños detalles que van saliendo una vez me pongo frente al ordenador.
Hace unos días salía una noticia en el periódico de una operación de la guardia civil, en la que se detienen seis personas creo, y se incautan ocho kilos de heroína. En veinticuatro horas estaban en la calle porque el juez los dejó en libertad, al que más con una fianza de quinientos euros. Eso desmoraliza, y mucho.

Me es difícil resumir en pocas palabras una charla tan amena como la mantenida con Eduard Pascual, autor de En el Umbral de la Muerte, novela policiaca, de suspense, en torno a las investigaciones que realiza el cuerpo de Mossos de Esquadra en Figueres, el mismo lugar y cuerpo de policía en el que él ha trabajado y conoce por tanto en primera persona.

Hay una cosa que a mí me choca mucho, y es cuando parece que no se entiende que un policía pueda llegar a ser escritor. Luego serás bueno o malo en ello, pero escritores hay en muchas profesiones


En poco tiempo (en realidad creo que fue más tiempo, aunque se me hizo corto) hice acopio de muchos datos, unos manifiestos, y otros de esos que saco a veces entre líneas. Si confluyen varias circunstancias -un día soleado, un lugar desconocido, móvil en punto muerto y el eterno ¿llegaré a tiempo?- la sensación de aventura se palpa, o quizá sea la búsqueda de acción a sabiendas por los aficionados a este género, que la encontramos incluso en el parquímetro del supermercado, por poner un ejemplo.
Existen delincuentes, dentro de la policía, no corrupción policial.
Eduard Pascual además de escribir, tiene el don de hilar las palabras. Qué grato se hace cuando no es necesario sacarle al entrevistado las respuestas con pinzas.
 
Me gusta una novela rápida, que me coja, que no me suelte, y que además me permita descansar de la lectura.

¿Qué sueles leer habitualmente? ¿Sigues o has seguido alguna trayectoria en lo que se refiere a lecturas?

Eduard Pascual:
El tipo de novela que a mí me gusta es la que es rápida de leer, la que no se entretiene con cuatro o cinco páginas, como hace por ejemplo
Stieg Larsson, aplicando las matemáticas del círculo. Me gusta una novela rápida, que me coja, que no me suelte, y que además me permita descansar de la lectura. Es decir, que cada cuatro páginas haya un capítulo nuevo, o cinco, no sé. Aunque luego yo llegue a ese punto y que diga necesito seguir leyendo y me vuelva a enfrascar en la lectura, porque sé que sólo va a haber cuatro o cinco páginas más, y que de alguna manera me permita imaginar, que no me lo cuente todo, porque considero que el lector es lo suficientemente inteligente como para que no le haga falta que se lo den todo masticado. Esas novelas me aburren. Por eso tal vez me aburre tanto una novela de Stieg Larsson, porque te lo explica todo a la enésima expresión. Me gusta muchísimo ese tipo de novela, que me enfrasque.

Empecé leyendo cuando era un niño ya novela de detectives. Yo recuerdo que estuve en un programa que me entrevistaron y me pidieron que llevara tres libros que hubiera marcado de alguna forma mi vida, de los que yo más cariño y más recuerdo tuviera... Me leí cuando era un niño pequeño, no recuerdo si tenía diez o doce años, que me gustaba muchísimo leer, toda la saga de Los Tres Investigadores, de Alfred Hitchcock, me encantaba, leer esos misterios, esos tres chavales adolescentes, que se enfrascaban... Pero ya me gustaba porque te permitía meterte en la trama y como lector ser uno más, y ese tipo de escritura es el que de alguna manera ya me marcó para siempre.

Pero también he leido a
Sherlock Holmes, he leído a Agatha Christie, ese tipo de novelas que hoy en día, pese a que dicen que la novela policiaca es una novela de subgénero o una novela que no se puede considerar como literatura, han sido grandes de la literatura mundial, fíjate qué absurdo. Me han llegado a decir “con este tipo de novela nunca llegarás a ser una figura de la literatura”, algo que no pretendo, pero no hay que olvidarse que los grandes de la literatura, tanto inglesa, como francesa, como americana, como española, no han pretendido ser grandes de la literatura y lo son. Cualquiera los ha oido nombrar.

Con esta novela,
En el Umbral de la Muerte, yo hago una especie pequeño homenaje, a la figura, no a la obra de Manuel Vázquez Montalbán, cuando hoy es muy difícil encontrar a una persona que haya leído algo suyo. Eso para mí era un revulsivo, porque ese personaje no pasa de moda, y su literatura tampoco. Hay algunas obras que son difíciles de leer, pero eso es lo bueno que él tiene, que genera una lectura de culto, y es lo que merece la pena descubrir, y a lo mejor depende de por dónde empieces directamente te aburras y lo dejas, y depende por dónde empieces puede ser un gran descubrimiento y luego puedes llegar a cosas más profundas, como El Estrangulador, que es la novela con la que se empieza en En el Umbral de la Muerte, que es muy difícil de leer, es una novela muy profunda, pero es una obra maestra, y eso es indiscutible para cualquiera. Sin embargo, los grandes literatos siguen diciendo que eso es una novela de subgénero. Allá ellos.

Me llama mucho la atención, no sé si a ti te pasa, al leer novela policiaca, y novela negra en general -quizá los escritores suecos sean una excepción, con la figura que surge en la actualidad del súper policía que parece dominar todos los ámbitos de su vida, familia, trabajo, vida social- Normalmente se presenta el policía que no compagina bien el tema laboral y el tema familiar. ¿Crees que es así en la realidad?

Eduard Pascual:
Habría que irse a lo que es la realidad de verdad, que vendría a marcar el tipo de novela que quieres escribir. Si quieres escribir una novela de ficción, que no tiene absolutamente nada que ver con la realidad, puedes dibujar al policía como quieras. Pero la realidad es que hay dos tipos de policía, dos tipos de funcionario de policía, en el estrato más básico del ejercicio.

Está el policía que se casa con el trabajo, y el trabajo deja de ser un trabajo para ser una forma de vida. No es que antes no tuviera una forma de vida, sino que el trabajo le llena de tal manera, se implica de tal modo, sin darse cuenta incluso muchas de las veces, y acaba formando un estrato dentro de su personalidad y forma parte de su vida. Ese es un policía muy entregado, suele ser un policía muy eficiente y también suele ser un policía con muchas dificultades a nivel de relación, porque es un policía que, no se puede decir que viva por y para el trabajo, sino que el trabajo forma parte de él, así que unir eso a una relación estable a veces es difícil. Dentro de la policía hay muchos hombres y mujeres divorciados, porque te llaman a cualquier hora del día o de la noche, cuando estas de guardia, no siempre como pasa en las películas, sino cuando estás de guardia, depende del grado de mando, dentro de la organización que tengas, pues entonces sí te llaman siempre ante un hecho grave; pero te pueden llamar en cualquier momento en cualquier situación.

Y si bien es verdad que tampoco se trata de salir corriendo y dejarlo todo, tal cual, es cierto que ese grado de implicación hace que sí lo hagas, que la llamada signifique la prioridad sobre otras cosas que se han quedado por debajo, y tienes que ir, o vas porque forma parte de tu trabajo.
...sí, hay personas que pueden adictas al trabajo, ese sería otro tema. Pero tú hablas de personas que lo llevan dentro, para ellos es una forma de vida...

Eduard Pascual:
Sí, vendría a ser como una filosofía de vida, lo que sucede que no es una filosofía en tanto en cuanto hay profesionales que también son efectivos, pero solo de siete a tres, no sé si me explico. Hay policías que cuando se van dejan no solo el arma dentro del armero sino que se dejan también la placa. Creo que no es reprobable, porque ellos se toman el trabajo como un trabajo. Cuando se acaba el trabajo se acabó el policía, sin que eso quiera llegar a decir que ante una situación grave o delicada en la calle no actúen; hay muchas formas de actuar. Es decir, tú vas por la calle y te encuentras que están atacando una tienda y piensas que la mejor forma de actuar es dando parte; te quedas, y desde un punto en que puedas controlar la situación, llamas por teléfono para que los que están de servicio vengan y se ocupen.

Pero también hay policías, que cuando salen del trabajo se van a seguir los movimientos de un sospechoso que tengan en un caso, por ejemplo. Entonces, ¿eso está mal?. Dentro de cómo él ve su filosofía de vida, de trabajo, pues no, porque forma parte de su vida. Ellos simplemente han cubierto la necesidad administrativa de las ocho horas o de la siete horas, pero consideran que hay una persona agraviada y que a esa persona hay que darle respuestas y que esas respuestas es muy complicado darlas en siete horas, a menos que sea en un plazo muy largo de tiempo, que la burocracia entorpece la agilidad de su labor, y creen que esa forma que ellos han escogido de vivir está haciendo un bien para la sociedad.

No se extralimitan, porque eso significaría entrar en un problema grave, no para que te abran un expediente si no has cometido un delito, pero sí arriesgarse a tener una falta administrativa dentro de la organización. No se extralimitan, pero sí que emplean ese tiempo, que es tiempo libre, para trabajar un poco más, sin que esas horas consten apuntadas en ningún sitio. Pero claro, hay poquitos, porque la organización desanima, con esa forma tan burocrática de funcionar, tan administrativa, que todo lo apelmaza, por no decir entorpece, que hace que la moral se venga abajo.

Hay muchos casos inducidos incluso por la adjudicatura. Hace unos días salía una noticia en el periódico de una operación de la guardia civil, en la que se detienen seis personas creo, y se incautan ocho kilos de heroína. En veinticuatro horas estaban en la calle porque el juez los dejó en libertad, al que más con una fianza de quinientos euros. Eso desmoraliza, y mucho. Llega un punto en que dices: basta. Otros de esta raza, dentro de la organización, sucede que en vez de desmoralizarse acaban aminorando sus funciones fuera del tiempo laboral, porque encuentran al amor de su vida, y hasta ese momento no habían valorado esa situación, o era personas que creían que no iba a pasar. Al principio, en esos instantes de pasión, que pueden ser unos días, unos meses o hasta años, aflojan esa filosofía de vida, pero a la larga vuelve a salir. En otros casos sucede que puedes tener un hijo, o el divorcio, que te lleva a estar deprimido y te aparta de todo, y te encierras en una esfera personal que te aparta incluso del trabajo, cuando a otros les sucede al contrario, que cuando se divorcian todavía se vuelcan más.

Pienso que básicamente se trata de un poco más de lo que es la vida normal y rutinaria de una persona. Cuando trabajas de policía lo único que tienes de especial es una placa en el bolsillo y una pistola debajo del brazo o enganchada a la cintura. Lo demás es todo normal. Tratas con lo peor y lo mejor de la sociedad, y tienes que saber estar en los dos lugares, ya se trate de un delincuente que puede ser por ejemplo un pederasta o cuando tratas a lo mejor con un político, al que tengas que proteger en un acto determinado. Pienso que hay una buena parte de psicología dentro de cada uno de los profesionales y que les lleva a encauzar ese trabajo de una manera o de otra.

¿Crees que hay algún país en donde exista una policía ideal o se aproxime más a la idea de policía ideal?

Eduard Pascual:
La policía ideal, para mí, es aquella que es acorde a la sociedad en la que vive. La policía emana,... los agentes emanan de la sociedad en la que viven, son personas que tienen una vida y viven en un barrio, con un montón de vecinos, a veces incluso en barrios marginales. La policía sale de ahí; tiene muchos familiares que no son policías. El comportamiento de la policía para con la sociedad será tanto más positiva en cuanto la sociedad sea también positiva consigo misma.

Quiero decir, que en una sociedad que tenga actitudes de autodestrucción es muy difícil que la policía sea una buena policía, sino todo lo contrario, será muy represiva. Yo creo que la policía ideal no existe, porque siempre habrá sectores de la sociedad que la rechacen cuando les toca rechazarla, y otros que la aplaudan cuando les toque hacerlo.

Te voy a poner un ejemplo muy claro. Yo no he trabajado nunca en tráfico. No he puesto nunca una multa a nadie en quince años de profesión, pero estoy convencido de que la reacción ante un policía que pone una denuncia es siempre negativa, aunque el policía esté velando por la seguridad del tráfico.

En el trabajo que he realizado de investigación he recibido muchos abrazos y besos de víctimas que no saben bien cómo agradecerte que resuelvas un caso. Recuerdo con mucho cariño el caso de una parejita muy joven que acababa de casarse, y mientras estaban en viaje de novios entraron a robar en su casa. Para un delincuente, lo que tiene valor es absolutamente todo, y en este caso se llevaron desde los ojos de buey del techo, hasta el costurero, pasando por las toallas o las sábanas y el colchón, el tocador, el champú... Todo. Solo quedó en el piso un cuadro inmenso con la foto de casados que ellos ni siquiera habían visto, ya que lo había colocado la familia para que lo vieran a su vuelta del viaje de novios. Tras adelantar la vuelta estaban absolutamente deprimidos. Más o menos una semana después les llamé un domingo por la tarde, para comunicarles que se habían recuperado algunas cosas, para saber si les pertenecían a ellos o a alguna otra persona, cuando en realidad se había recuperado todo. De alguna manera esa es la parte humana de querer darle una sorpresa a alguien. Cuando la pareja llegó y vió el pasillo de las dependencias de policía en donde se encontraban todas sus pertenencias se abrazaron a mí llorando. Fue algo muy emotivo, y eso te da motivos para seguir siendo policía.

Hay otro caso muy literario, por ejemplo, en el que acudimos a una llamada en la que una señora estaba en estado de shock. La ayudamos con maniobras de reanimación cardiopulmonar, y gracias a eso se la llevaron aún viva en una ambulancia, nos aseguraron los propios enfermeros. Varios días después del incidente, uno de los guardias que estaba en aquella patrulla se lleva un coche mal estacionado, que obstaculizaba el paso, cuando apareció esta señora. Sin saberlo ella, estaba poniendo verde al mismo policía que le había salvado la vida hacía tan solo quince días. Por eso decía antes, que depende de qué sector de la sociedad a veces la misma persona por un lado tan agradecida y por otro tan desagradecida. Entonces, ¿la policía ideal?, depende un poco de las circunstancias.
Hay algún país que se acerque un poco más...

Eduard Pascual:
  Dímelo tú... yo no lo conozco.

No lo conoces...

Eduard Pascual:
  No, no lo conozco.
Pero sabemos los paises que no son ideales...

Eduard Pascual:
Claro. Pero lo sabemos incluso por sus propias sociedades, fíjate lo que te decía antes. No te gustaría caer en manos de la policía marroquí o de la policía rumana, o de la policía egipcia, porque estamos cada día viendo lo que está sucediendo, ¿no? Pero a lo mejor no te importaría caer en manos de la policía sueca, o de la policía inglesa; la americana, depende como, da un poco de respeto, porque tenemos tanto bombardeo negativo del cine que te crea esa pequeña duda. Pero yo creo que en España tenemos buena policía, estoy convencido; y no tiene nada que ver con la policía del régimen, que es el mal recuerdo que nos puede haber quedado incluso sin haberlo vivido.
¿Crees que no queda de esa policía en ninguno de los cuerpos...?

Eduard Pascual:
No. Estoy absolutamente convencido. La policía del régimen no, eso se acabó hace más de treinta años. Tenemos una policía muy profesional, muchos de ellos graduados, yo creo que eso se acabó hace muchos años y que no lo vamos a volver a vivir nunca más, todo lo contrario; hemos pasado de tener funcionarios corruptos a tener políticos corruptos.
Al hilo de la corrupción. Lo que destaca o llama más la atención en las noticias que tienen que ver con la policía, es precisamente eso. Más que otra noticia que anuncie la detención por ejemplo de unos traficantes. Lo que impacta es el tema de la corrupción.

Eduard Pascual:
  ¿La corrupción policial? Eso no existe tampoco. Existen delincuentes, dentro de la policía, no corrupción policial. Si hay quien lo quiere titular de ese modo yo no me voy a oponer, pero eso no existe. Para mí, la corrupción significaría que todos los policías fueran corruptos, es decir, que para que a ti no te pusieran una multa, entregando un billete de cien euros para que no te pongan una multa de tres mil fuera posible. Pero tendría que ser algo generalizado. Que de vez en cuando aparezca un individuo que está dentro de la policía, como el otro día, un policía nacional abatido a tiros tras intentar atracar un banco... Eso no es una corrupción, eso es un delincuente que ha conseguido pasar todos los filtros policiales y sociales para llegar al interior de la organización. Pero eso pasa en todas las profesiones.

Hay una cosa que a mí me choca mucho, y es cuando parece que no se entiende que un policía pueda llegar a ser escritor. Luego serás bueno o malo en ello, pero escritores hay en muchas profesiones. Pues dentro de la policía hay gente que es mejor y que es peor. Eso no significa que uno sea corrupto, sino que tenga mejor o peor carácter; puede ser más recio o más flexible a la hora de aplicar las normas, pero eso no es corrupción. El hecho de que aparezca un grupo, como pasó cerca de Madrid con el jefe de la policía local...

Sí, pero entonces hablas de cantidad. Hay una cantidad muy reducida de personas que tenían altos cargos. Mira por ejemplo en Palma de Mallorca, quién cubría al famoso clan de La Paca, los mayores traficantes de la isla... Personalmente me choca que se trate simplemente de cantidad. ¿O es que al alcanzar un estatus se tiene cierta inmunidad, gracias a ese poder, como ocurre en política, que lo estamos viendo cada día?...

Eduard Pascual:
  En todos los trabajos cada uno de los pequeños empleados tiene su pequeña parcela de poder, y puede hacer o deshacer en función del trabajo que tenga, de una manera o de otra. Pues en la policía pasa lo mismo; en el momento en que tú levantas la manos para detener un vehículo y el vehículo se detiene para hacer lo que tú digas estás ejerciendo una parcela de poder que afecta a ciudadanos que son usuarios o pueden llegar a ser víctimas, que es como se siente mucha gente en el momento que les ponen una multa.

Interpreto el tema de la corrupción, cuando digo que no la hay en España, cuando un policía tiene la libertad de hacer lo que le de la gana sabiendo que la justicia no puede hacer nada con él. Eso sería un estamento, una organización grande que funciona e una manera corrupta, que se vende a cualquiera y no pasa nada porque todos lo hacen.
Por lo tanto, ¿la política sí que sería corrupta?, tal y como la vemos hoy en día...

Eduard Pascual:
Vemos una política mucho más corrupta. Yo creo que hay muchas más noticias de corrupción en la política hoy en día que no de policías que son criminales. Es diferente, ¿no?. Ahora, decir que en España la política es corrupta, no, asumo que también hay gente con unos ideales muy intensos y muy interesantes que defender. La política en general no es corrupta, la policía en general no es corrupta, no es delincuente.

Ahora, ¿llamamos corrupción a un cuerpo de policía local que su jefe es además el jefe de una camarilla de individuos que están organizando la prostitución en una zona...? Dentro de lo que sería esa población, si ese cuerpo de policía fueran todos delincuentes, eso sería un cuerpo corrupto. Pero sería un cuerpo de policía muy pequeño. Estamos hablando a gran escala; quien tiene el máximo poder por ejemplo en los Mossos de Esquadra en Gerona, es el intendente jefe de toda la provincia. Pero ese hombre también tiene mandos por encima controlando que el trabajo se realice de forma adecuada.

Tenemos también a la prensa, que hoy en día tiene, como negocio que es, aparte de una función muy sensacionalista, la de vender muchos periódicos, y su trabajo también produce una fiscalización. Hoy en día cualquiera puede llevar un móvil con cámara de vídeo, y así no cualquiera se arriesga a cometer una infracción.

Así pues, dos o tres de una plantilla de por ejemplo veinte personas, no puede decirse que sea un cuerpo corrupto; estamos hablando de dos o tres delincuentes que aprovechan ese poder que se les otorga como agentes de la autoridad para cometer un delito, para extorsionar; son delincuentes.

Y en la clase política, está corrompido el sistema en determinados niveles. Se cae todo un pueblo, ayuntamientos enteros en la Costa del Sol; eso está corrupto. Ahora, decir por ejemplo que el Gobierno de la Nación está corrupto sin tener pruebas... uno mismo estaría incurriendo en un delito de difamación.


¿Cómo son las actuales relaciones entre los diferentes cuerpos de seguridad, en cuanto a la delimitación de competencias, tras los cambios de los últimos años? ¿Se suele producir algún tipo de rencilla...?

Eduard Pascual:
  No, y menos entre compañeros. El cambio ha sido costoso y difícil, pero se ha hecho poco a poco. Mi experiencia policialmente hablando, nació ya con el desplegament de los Mossos de Esquadra en Catalunya, en la primera comisaría en la que se tenían competencias de seguridad ciudadana, y puedo decir que me he quedado a comer el bocadillo con los compañeros de la Guardia Civil. Lo que sí ha sido dificultoso ha sido la transferencia de información, a nivel interdepartamental. Es decir, entre policías se ha hecho de tú a tú; es decir, yo te puedo pasar una información que tú no la vas a poder utilizar de momento, porque hay unos protocolos establecidos, pero sí podrás trabajar esa información durante ese proceso. Un ejemplo en caso extremo para explicar el trato personal que hay entre funcionarios. No hay dificultades en ese sentido.
¿Qué es lo que ha fallado entonces en otros países para que sí podamos hablar de policía corrupta? y/o ¿por qué se sigue manteniendo ese fallo?

Eduard Pascual:
Yo creo que, como decía antes, hay un problema de sociedad. En una sociedad en la que el dinero tiene un valor muy grande, porque no se tiene, en la que no se tiene acceso al bienestar y hay que alimentar a una familia con un sueldo pequeño. En realidad no lo sé, porque no lo he vivido. Y aquí en España, aunque el sueldo debería ser más alto visto el grado de implicación que tienen con el trabajo, con los casos que tocan, no es malo.
De no haber sido policía, ¿qué te hubiera gustado ser de mayor?

Eduard Pascual:
Pues... Yo siempre quise ser policía, o detective privado, o periodista de investigación. No sé, yo creo que iba en la sangre hacer algo por el estilo. Cuando se acaba el trabajo de policía –que espero retomar algún día- te planteas qué vas a hacer, si lo tuyo es investigar. Pues me dedico a escribir investigaciones, y ya está. Ser escritor también forma parte de mi pasión, así que digamos que soy una persona afortunada porque he cumplido mis sueños, tanto el de ser policía, como el de investigar, como el de escribir.

Háblame sobre la próxima novela, sobre la que investigas actualmente. ¿Nos encontraremos a los mismos personajes de En el Umbral de la Muerte?

Eduard Pascual:
De alguna manera me hace mucha ilusión crear un mundo paralelo, que esté en los libros, y para eso tienes que crear esa relación entre libros, que la dan los personajes. Un libro no es continuación de otro, se pueden leer incluso de manera alternativa, pero es cierto que cada una de las novelas viene a ser como un relato. Hacer que el lector cada vez conozca más de esos personajes.

La próxima novela es una apuesta personal muy fuerte, porque es una novela a caballo de la historia. Quiero que sea una novela muy reflexiva, y lo hará sobre lo que hoy en día llamamos la memoria histórica, aunque no dejará de ser una novela moderna.


Un ejercicio difícil, expresa, ya que quiere construir algo que a él no le gusta leer, como son esos capítulos que nos llevan a historias del pasado.


Me comenta que será en el Alt Ampordá -cómo no-, en donde transcurrirá la nueva novela, obra que contará con retazos de memoria histórica desconocidos para el propio autor hasta que ha comenzado con las investigaciones. Una parte de la historia que no le explicaron en la escuela.


Y esto no es todo...


Mi juramento hipocrático hace que me muerda la lengua, no sin adelantar que la siguiente novela tendrá varios puntos de interés...


Le deseo a Eduard Pascual que encuentre esa fórmula mágica que de forma a su historia lo antes posible. La impaciencia me mata, y me gustaría tener la obra en mis manos mucho antes.


Lo dicho. Punto en boca.

         Saray Schaetzler, para Anika entre libros

8 de diciembre de 2011

CINE NOVEDAD - VERDADES VERDADERAS: LA VIDA DE ESTELA (2011)



Sinópsis: Retrata la vida de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. El film refleja los años en los que Estela era una señora de clase media que repartía su tiempo entre su familia y la docencia, medio en el que se desempeñaba como directora de escuela.Tras el secuestro de su hija en noviembre de 1977 su vida cambia por completo.
TITULO ORIGINAL: Estela
ORIGEN: Argentina.
ACTORES: Susú Pecoraro, Alejandro Awada, Laura Novoa.
ACTORES SECUNDARIOS: Inés Efrón, Fernán Mirás.
DIRECTOR: Nicolás Gil Lavedra.
GENERO: Drama, Biográfica.
DURACION: 97 Minutos

7 de diciembre de 2011

Entres huranes anda el juego, No me enseñes tus cartas

En la mesa de juego, como en la vida, la trampa ha de estar consentida, y mejor aún si es que no la vislumbras ni cuando la acometes en silencio; que no la vean tus ojos, que no la denuncien tus gestos, porque suele pasar que sin darte cuenta, a tu lado, o al frente, o detrás, se sienta quien sabe observar.

© Saray Schaetzler , 2008 (Serie Entres huranes anda el juego, No me enseñes tus cartas)

¿Y TÚ, QUÉ ESPECIAS?

¿Y TÚ QUE ESPECIAS?

No puedo vivir sin alfàbrega/basilicum/basil/basilic/basilico, vamos, lo que viene siendo la albahaka de toda la vida para un vasco.

Aún no he aprendido a transigir con aquellas personas que no utilizan más de diez especias diferentes en sus platos. 

Por sus especias les conocerás, le indico a mi amiga Nuria, una sibarita de fin de semana que de lunes a viernes traga con el menú de oficina de cualquier restaurante que a cambio del bono que le ofrece la empresa internacional para la que trabaja (sí, de nueve a cinco, es una de las afortunadas de este pais y aún no se ha enterado) le deja con ardor de estómago durante los fines de semana, que se arrastra como puede entre el  folclore aborigen y las paellas tradicionales, de una calidad exquisita, pero incapaces de soterrar tanto codimento re (recalentado, recocina, requetetodo) que ingiere entre semana.

Nuria, no puedes fiarte de un hombre, cosa o animal que no mantengan una estrecha relación con el abanico de posibilidades que nos ofrecen estos tiempos de globalización respecto al conocimiento y uso de las especias.

Y ahí lo dejo. Y hasta ahí hablamos del tema. 

©Saray Schaetzler,  2011 (¿Y tú qué especias?, Serie No somos Nancys) 

EL CANCIONERO - B.S.O.- EL SECRETO DE THOMAS CROWN - Nina Simone - Sinnerman

6 de diciembre de 2011

RESEÑA - EL ARTE DEL ASESINO, de Mari Jungstedt


EL ARTE DEL ASESINO
(Den Döende Dandyn, 2006)
Mari Jungstedt

Editorial Maeva
© Mari Jungstedt, 2006. Albert Bonniers Förlag, Suecia
© Maeva Ediciones, 2011
© de la tradución: Gemma Pecharromán Miguel, 2010
Género y tags: Novela – Literatura Sueca - Narrativa Policíaca- Novela Negra
ISBN: 9788415120049
318 Páginas
 
Argumento

Tras una exitosa exposición de la obra de Mattis Kalvalis, un conocido pintor lituano, el propietario de la galería, Egon Vallis, fallece en extrañas circunstancias, y aparece a la mañana siguiente colgado en la muralla de Visby.
El inspector Anders Knutas es el encargado de llevar a cabo la investigación de éste suceso, todo un escándalo para un pequeño pueblo ubicado en la isla sueca de Gotland.
 
Opinión

Mari Jungstedt ya se ha convertido en uno de los grandes iconos de novela negra sueca. Sus tres obras anteriores, Nadie lo ha visto, Nadie lo ha oido, Nadie lo conoce, son una prueba de que la sueca tiene seguidores, y muchos, y siguen hambrientos con cada novedad. Este último título, El arte del asesino se publicó originalmente en el año 2006 en Suecia, aunque en España no ha visto la luz hasta el 2011. Cosas y tramas de los medios publicitarios, editoriales, y vaya usted a saber qué., periodista de un diario en Estocolmo, aprovecha para viajar a la isla y visitar a su futura esposa y la hija de ambos. Su deseo es instalarse con su nueva familia en Estocolmo, por lo que aprovecha su vuelta a la península para tratar de vender su piso de soltero y al mismo tiempo seguir algunas pistas por su cuenta y riesgo.
En este volumen se relacionan sucesos que  están aparentemente vinculados con el mundo del arte. Robos de cuadros, que no son la finalidad en sí misma de los crímenes que se cometen. Los secretos, en El arte del asesino, pesan mucho más que los deseos ocultos.
El caso es que nos ha venido bien el descubrimiento repentino de Mari Jungstedt y de otros autores nórdicos, pues no hemos tenido que esperar años para conocer el desenlace de las obras. Si otros autores publican a razón de novela por año, en España podemos permitirnos leer cuatro o cinco novelas seguidas en el transcurso de apenas un semestre, como ya ha ocurrido. No hay mal que por bien no venga.

Lo cierto es que uno ya estaba un poco cansado de la violencia, el casi gore explícito en las páginas de algunas novelas americanas; y respirar un poco de aire fresco del norte nos hace mucho bien. Primero, para saber que tenemos buena literatura policiaca cerca de casa, y que al fin y al cabo, ni frio ni calor, el ambiente exterior no cuenta a la hora de decidir cometer un crimen, excepto en el margen que nos puede servir para realizar las consabidas estadísticas de diferenciación según el tipo de crimen y la temperatura, una regla típica criminológica. Pero que en estos paises nórdicos también existen horribles criminales, y que las historias no son menos interesantes aunque varíen nomenclaturas y al principio nos distraigan ciertos nombres con mucha diéresis, no impide que nos volquemos al fin en nuestros vecinos de carácter aparentemente frio y distante. Nada que ver.
Cuando un lector es un apasionado de la novela de misterio, novela negra o policiaca, es habitual que su mente detectivesca juegue en paralelo con la lectura, siguiendo las pistas sutiles (unas veces más que otras) que el narrador nos va tirando aquí y allá entre las páginas, como quien tira miguitas para atraer a las palomas.
En esta novela, hay pistas, claro está, pero no se logra construir la trama del suceso hasta que llegamos a las últimas veinte páginas. Y para crear más confusión aún a Mari Jungstedt se le ha ocurrido planear una estructura que sigue dos posibles líneas de investigación.
Un asesinato incomprensible. Una viuda con amante, secreto a voces en el vecindario. Y como suceden la vida real, los secretos de familia que se pierden en el tiempo, y que como suele suceder muchos de ellos mueren al tiempo que lo hace el último guardián de los mismos. En El Arte del asesino, Mari Jungstedt utiliza varias técnicas que tan pronto confunden, como dan al lector pequeños toques de atención con audaces pistas que parecen más sencillas de lo que son en realidad.
En esta narración también hay situaciones intimistas, las mínimas para conseguir acercarnos a los personajes y conocer su carácter y situaciones personales.
Seguiré leyendo a Mari Jungstedt, y lo mismo haré con un par de suecos que no me han dejado indiferente, sino todo lo contrario. Y si algún día paso por Gotland visitaré esos lugares que ya conozco a través de las fotos impresas en el folleto explicativo de la obra.
Otra buena idea, la de utilizar la imaginación alrededor de lugares bien conocidos y que se pueden palpar. ¿Alguien se viene conmigo a Visby?

 
Saray Schaetzler para Anika ente libros
 

RESEÑA - EL MAL DEL ÍMPETU, de Iván Goncharov


EL MAL DEL ÍMPETU
Iván Goncharov
 
Editorial Minúscula
Colección: Paisajes Narrados, 45
© 2010 Editorial Minúscula S.L.
© Traducción 2007:Selma Ancira
Revisión Marta Hernández Cibernat
1ª Edición Diciembre de 2010
Género: Relato Breve – Retrato Social
ISBN: 9788495587732
105 Páginas

 

Argumento


Iván Goncharov se encuentra entre el elenco de clásicos rusos del pasado siglo. Funcionario en el Ministerio de Finanzas, y más tarde en el denominado de Censura, es el autor de una de las novelas más significativas de la narrativa decimonónica.

En El mal del Ímpetu, relato corto escrito en 1838, Goncharov nos muestra el eterno dilema existente entre la actividad y la apatía en que se debaten sus personajes.
Mientras que durante el invierno la familia Zúrov y algún invitado esporádico suelen disfrutar de las tardes apacibles literarias en torno al acogedor fuego del hogar y la tranquilidad de su casa, su vida se transforma en un torbellino confuso de actividades. en cuanto llega la primavera, acechándoles el peligro de cierta enfermedad que lleva por nombre el mismo título del libro.
 
Opinión

Cada invierno el personaje central de esta historia acude como invitado a las veladas familiares que organizan en la casa de la familia Zúrov. Las veladas son animadas, ya que en la familia Zúrov no existe lugar para la haraganería mental; las horas a su lado transcurren sin apenas percartarse del tiempo.
Los veranos los pasa junto a su abuelo, pero éste fallece de pronto, y es cuando decide aceptar la invitación de la familia Zúrov para compartir con ellos también alguna velada durante la época estival. Pero llegará el momento en que dudará en si continuar o no con esas visitas.
El eje central de la historia parte y se centra en los intercambios de ideas y las situaciones que se van creando ante nuestros ojos, pues la conclusión no se hace patente hasta bien entrada la historia. Así, podemos decir que el lector participa de la historia y saca sus propias conclusiones al tiempo que lee.

¿Qué le hace plantearse ese cambio de opinión? No es sencillo de explicar: La rara enfermedad que denominan El Mal del Ímpetu, o lo que es lo mismo, ciertas circunstancias que hacen que todos los componentes de una misma familia –ya culturalmente inquieta en un principio-, se aboque de repente a la actividad más frenética, en medio del esplendor del campo en tiempo de primavera.
Y ésta es en realidad la obsesión del escritor, que mediante este relato corto intenta darnos una visión de los opuestos: actividad frenética contínua frente a la inactividad más absoluta.
Como ejemplo de ésta última, la haraganería del señor Nikon Ustínovich Tiazhelenko, que cree que es suficiente el ejercicio que realiza con su paseo dentro de su propia casa, y se justifica delante de nuestro protagonista, advirtiéndole cuál es el futuro que le espera si decide aceptar las visitas y los paseos en verano junto a la familia Zúvor,.
El protagonista averiguará antes de que termine la estación de qué se trata esa extraña enfermedad, padeciéndola en carne propia.
El texto y la decoración de los diálogos recuerda bastante a otros cuentistas rusos de la época. El relato consigue mantener la curiosidad y un ritmo constante, y durante toda la trama vuela en el aire la duda sobre qué es lo que produce esa enfermedad que tanto se nombra y a la que en principio parecen temer, y qué tiene que ver en todo ello la familia Zúvor, lo que anima a seguir leyendo.
Tampoco faltan los toques de humor , muy sutiles.
El único inconveniente que le encuentro es la dificultad al repetir o tratar de recordar los nombres propios de los personajes, basados lógicamente en los nombres de pila al uso en Rusia a finales del siglo pasado.
Editorial Minúscula nos descubre en esta colección una serie de relatos más o menos cortos, en cuyo interior desfilan variados personajes y lugares insólitos, otros parajes del mundo que son descritos a golpe de pluma en primera persona, ya sea por su protagonista como a través de otros expertos conocedores o viajeros.
Todos ellos bajo la firma de renombres de la literatura a lo largo del mundo.
Esta Editorial ha editado varias colecciones de diferentes temáticas, que se distinguen por el cambio de color; tomos de tamaño pequeño, sencillos y a la vez elegantes, con una imagen retrospectiva en blanco/negro en su portada. Es fácil encontrarse con referencias culturales, lo que las hace aún más interesantes.
Para mi se han vuelto indispensables, y suelen formar parte de mi "fondo de bolso". Además de asegurarme un libro que puedo llevar siempre conmigo, gracias a su formato tipo bolsillo que no abulta ni pesa, y a su interesante lectura, la calidad de sus textos también está asegurada.
Muy recomendables, por tanto.
 
 Saray Schaetzler para Anika entre libros

RESEÑA - CON ESTA LLUVIA, de AnneMarie Schwarzenbach

CON ESTA LLUVIA

(Bei diesem Regen, 1989)

Annemarie Schwarzenbach


Editorial Minúscula
Colección: Paisajes Narrados
© Lenos Verlag, 1989
© Editorial Minúscula S.L., 2011
Traducción de Daniel Najmías
1ª Edición, Marzo 2011
Género y tags:    Literatura helvética, Relato corto, Libro de viajes, Mujeres aventureras 
ISBN: 9788495587763
225 Páginas


Argumento


Colección de relatos cortos de la autora AnneMarie Schwarzenbach, doctora en historia, arqueóloga y reportera de principios del siglo pasado. 

Algunas de las historias que aparecen en los relatos están basadas en anécdotas de la propia AnneMarie, adquiridas en los viajes que durante años realizó por África, Asia, Europa y Estados Unidos.  Las situaciones reflejadas en esta recopilación bien pudieron ser rescatadas por la memoria de la autora o bien a partir de vivencias más o menos reales que expresa en boca de variopintos personajes que surgen a lo largo de la narración.

Los relatos aquí recopilados se editaron póstumamente, excepto dos de ellos, que fueron recuperados para la edición de esta obra.



Opinión


Uno de los detalles que más me ha llamado la atención al leer estos textos es la libertad con que la autora narra, con un estilo nada reprimido -si tenemos en cuenta que se trata en ocasiones de mujeres intrépidas y aventureras, en una época nada fácil para que una mujer se mostrara con algún rasgo típico de lo que se consideraba como carácter “masculino”.

Me asombra por tanto el papel masculino en el que parecen impostarse algunas mujeres protagonistas de los relatos de AnneMarie;  puede que ella misma hubiera adoptado un papel similar en el mundo real con la intención de hacerse respetar, sacrificando la feminidad innata a favor de lo masculino, lo varonil, con la intención de sobrevivir socialmente en un mundo en el que era bien patente el posicionamiento a favor de lo segundo. 

Este acopio de historias cortas logra sin duda un resultado de gran calidad, y se hace evidente el dinamismo que poseía AnneMarie Schwarzenbach como viajera experimentada y su particular –y realista- visión de un tiempo y un espacio acotado por márgenes que no son más que reflejo de los propios prejuicios e inseguridades producidos por una situación generalizada de incertidumbre.  

No olvidemos que se refiere a un periodo durante el cual las guerras llegaron prácticamente a encadenarse unas con otras en el continente europeo, y muchos huyeron ante el miedo anterior al estallido de guerra o una vez se producía la contienda armada.

Los cuentos interactúan entre sí, llegando a rozarse unas historias con otras.  Se mezclan los paisajes en un juego de desiertos, climas áridos y vacío existencial que se repite hasta la saciedad.  Puede que ni uno de los relatos esté exento de estas características.
El mismo colorido y estilo definen y envuelven a cada relato, y sin embargo no suena repetitivo ni cansa al leer.
En esta recopilación de relatos AnneMari Schwarzenbach es al mismo tiempo capaz de proponer interrogantes como de aclarar la situación social de una Persia polvorienta que seduce, atrae y tortura por igual. 

Como otras obras de esta escritora, “Con esta lluvia” supone una contribución profunda y realista que nos facilita acercarnos a un periodo y un marco geográfico no demasiado conocido: el mundo Persa (que aún hoy me temo continúa siendo un misterio de difícil comprensión para nosotros, los occidentales).
Huidos de la justicia, individuos que escapan de si mismos o de una posible guerra; situaciones políticas que fuera del pais de origen no significan más que un mal recuerdo a enterrar bajo el polvo, y la resistencia diaria que finalmente corona a muchos de los personajes con cierto tinte heróico.

Al leer Con esta Lluvia el lector comprenderá que los amplios conocimientos del campo en donde pisa la escritora de esta obra unidos a la singular forma de narrar –que incluye descripciones cortas, diálogos y siempre con una patente visión objetiva- consigue acercarnos los ambientes, situaciones y también características que llegan individualizar a los personajes otorgándoles una personalidad propia, en cada caso.

Los cuentos interactúan entre sí, llegando a rozarse unas historias con otras.  Se mezclan los paisajes en un juego de desiertos, climas áridos y vacío existencial que se repite hasta la saciedad.  Puede que ni uno de los relatos esté exento de estas características.
El mismo colorido y estilo definen y envuelven a cada relato, y sin embargo no suena repetitivo ni cansa al leer.

Se reitera en las situaciones de impotencia y en los relieves de los paisajes de montañas, lo que confiere a los textos de un desasosiego que el lector percibe con facilidad, sintiendo el mismo aprisionamiento al que están sometidos los personajes, sean o no conscientes de ello.  Los paisajes y la ansiedad en la escritura de AnneMarie se confabulan  para evitar que algunos personajes le den cuerda a esa otra realidad que pervive en su pais de origen. 

En Con esta lluvia,  la autora ha sabido mostrar los dos lados de una moneda en las figuras de individuos que hacen el papel de viajeros y otros que se presentan como simples turistas, mostrando sus prejuicios, miedos y valores a través de sus comportamientos y diálogos, creados con una mano que denota a mi ver unas ideas claras  y la simple intención de comunicar lo que se ve,  jamás de imponer un punto de vista ni ideas partidistas.

En cada relato sobrevuela un suspiro de calma tensa y de futuro incierto, huidas hacia delante y bastantes errores de cálculo emocional, que con toda seguridad nos traen los propios a la memoria.

He tratado de leer obviando que el autor de estos relatos pertenece al género femenino, y quizás eso es lo que me lleva  admirar más aún el punto de vista que se encierra tras  cada uno de ellos, ya que percibo tantas situaciones y protagonistas como vivencias e intensidad debió manejar esta incansable viajera a principios de siglo pasado.

Un consejo para el que guste de la lectura de viajes es dejarse llevar por los escritos y diarios de AnneMarie Schwarzenbach.  Nunca estará de más recopilar otras historias que podemos encontrar bajo la firma de la misma autora, en donde narra muchos otros trayectos y lugares increíbles en los que incluso asentó su hogar.

Una vez más Minúscula demuestra que los títulos de esta colección no están elegidos al azar.  Se ha vuelto a notar que me encanta la autora y esta colección, sin duda.


Saray Schaetzler, para Anika entre libros