http://www.youtube.com/watch?v=F8oFnsR_HBE&feature=related |
Las imágenes que veo desde este vagón juegan con mi tozudez. Así, cuando me inclino parecen esconderse, y cuando vuelvo a mi posición, ya se han ido. Emergen presurosas de la nada; son edificios feos, rodeados de casas aún más feas, que no respetan volúmenes, equilibrios, sintonías. El nexo de unión la amalgama de restos , desperdicios y cemento de sus patios. Corren a esconderse, pasan veloces a corta distancia, la justa para distinguir unas botellas de plástico, usadas, entremezcladas con una especie de tela arrugada, terrosa, restos de muebles que debieron tener alguna utilidad por un tiempo, vallas metálicas que no impiden el paso a las ratas. Todos se van, en el instante de un pestañeo ya ha desaparecido, alguien me cuenta que les vió como corrían...al otro lado de la ventana.
El sonido del altavoz es como un murmullo lejano, si lo comparo con el volumen de mis pensamientos. A través de esta ventana veo un paisaje conocido, (¿acaso no es una repetición?). Sospecho que siempre pasan el mismo andén en esta película, que dura las mismas horas monótonas cada semana. Es el mismo reloj, el mismo hombrecito con cara de aburrido y la misma gorra roja y azul calada de lado, a la moda de los andenes de todas las estaciones, y a juego con la roja banderita de salida. Comienza la carrera hacia atrás, hagan juego señores...lo que se va no vuelve y lo que se queda ya tiene destino asignado.