31 de mayo de 2013

CUANDO LA NECESIDAD APRIETA


Si te digo que a partir de mañana no tendrás que pagar más por la comida, ni perder el tiempo en la cola del supermercado,  ni averiguando de dónde proceden los alimentos, e incluso puede que sea otro quien cocine para ti…¿estupendo, verdad?.

Ahora viene la segunda parte: ¿Cuál es tu reacción cuando te comunican que para ello es necesario que te impliques en la recolecta de alimentos y comestibles, una vez cada tanto, o que des tu apoyo en el comedor popular que se lleva a cabo una vez al mes en el barrio en el que vives?
Y en este punto surge la diferencia, esa gran brecha que sin duda es lo que nos hace ir por detrás. Que no nos deja avanzar en la sociedad actual, dejando que sean otros quienes decidan por nosotros.

¿Qué hace que los españoles sigan atados a mapas mentales de consumo y a una realidad que ya es no solo un espejismo, sino que se ha demostrado ser una evidente falacia de cara al desarrollo personal y grupal?  ¿Es que no nos interesa, como tal, avanzar? ¿Es que la ley del menor esfuerzo ha impregnado nuestros cerebros de tal modo que solo lo que consigo a cambio de dinero es válido en nuestro hogar?

El problema en este pais reside en la mentalidad, aún por reciclar y adaptarse  a un modelo de convivencia y concienciación social que, por razones obvias, me obliga a compararnos a las gentes y modos de otros paises desarrollados.
Y es que aún contamos con esa forma de caminar por la vida en la que uno recurre a medidas alternativas –como el trueque, Bancos de tiempo, en fin, solidaridad llana-  no por convicción, sino por necesidad, ya venga ésta determinada por mantener un estatus de cara a la galería, o por la consabida hipocresía que por desgracia nos abandera sin necesidad de llevar un cartel pegado en la frente.

Si uno se da un paseo por las redes citadas anteriormente, y otras que surgen cada día: redes de alimentos, comidas populares, mercadillos de segunda mano, constatará lo que aquí he expuesto con brevedad.
Que no me miren, que nadie se entere, que parezca que tengo y poseo y que mi cuenta es la más saneada de los seis millones de parados, o mejor aún si es que no me ha tocado la varita del impago, del despido procedente -  pero injusto, es lo que parecen querer mostrar nuestras actitudes y comentarios.

No nos engañemos más con la retahíla del gasto y del consumo para ayudar al vecino, cuando las tiendas de barrio en la mayoría e ciudades pertenecen a leyendas del pasado, consumidores como somos de hipermercados, macromercados y salas de cine en las que se nos clava el asiento más que el precio de la entrada, cuanto más grandes y ruidosos sean nuestros dispendios, mejor.  ¿No dicen que con el consumo ayudamos al vecino? Hipócritas somos, leches, que no aguantamos sin salir un viernes de fin de semana si no es a cenar, beber y bailar bajo las luces del neón de la discoteca de moda, nuestro criterio se esconde tras la doble moral y la falta de escrúpulos.  Mientras no me toque, no existe, nos decimos convencidos, como lo haría un niño de cuatro años.

Cuando la necesidad aprieta, a muchos les nace una repentina conciencia social que la semana pasada estaba de vacaciones.  También es válido.  Quizá lo que les falte a algunos políticos, empresarios y poderes de este y otros paises sea precisamente eso: una estancia en el mundo con cuatrocientos euros en el bolsillo, a ver cómo se las arreglan para llegar a fin de mes.
 
(c) S.Schaetzler, 2013

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, Saray,,,somos un país de borregos, cuando le comento a personas -bastantes- qué /Lo único que envidio/ es no haber nacido en los países nórdicos, (bueno Brasil no es qué lo sea,je, je,), me saltan con qué España es de lo más bonitooooo de mundo mundial y no han comprendido qué MENOS ES MAS,un abrazo,mec.

    ResponderEliminar
  2. No creo que el problema sea el país, sino los que lo componemos. El país, continente o ciudad perfecta no existen, y personas, por mucho que algunos se lo crean, tampoco. Pero base la tenemos, muy buena, como para que este país funcionara (y ya no digo "bien").
    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Puedes dejar aquí tu comentario. Gracias por detenerte en este rincón...

link:your-blog-here.blogspot.com