28 de junio de 2013

No tener noticias es buena noticia.

¿Estar desinformado es malo? Pues si no estás pendiente de examinarte de algún estudio que implique estar al día en actualidad, y aunque le duela a algún purista del intelecto, la respuesta es más simple que el mecanismo de una bayeta de cocina: no, no pasa nada aunque te hayas ido dos meses a recorrer la meseta tibetana, sin IPod, Ipad, la Box ni la crema reductora de pasta de colmillo de elefante marino, jatetú. 
Será entonces cuando empieces a darte cuenta de lo poco que cambia el mundo, de la inconsistencia de algunas noticias que hoy están en primera plana, y la maraña de palabrería en las que se desgastan algunos tertulianos incondicionales que a fin de cuentas no dejan con la impresión de que cada vez que abren la boca es para repetir o desdecir, hablar por encima, o simplemente pavonear -siempre compitiendo por mantener el tono más alto que  su compañero-. 
Cuando uno lleva dos o tres semanas sin encender el televisor, ni leer un diario, y las únicas noticias son las que recibe de manera sesgada a través de conocidos o ecos de poner antenas en alguna conversación surrealista de patio vecinal -que aún las hay-, se puede dar la vuelta sin mover una pestaña ni por error: nada nuevo bajo el cielo.
Nada que ver con el título que destaco, que también tiene su por qué, el de no recibir noticias de aquellas que sin quererlo nos revuelven el estómago o poner el corazón a mil.  Así, me reafirmo:  no tener noticias suele ser una muy muy buena noticia.

16 de junio de 2013

Cine para recuperar las fuerzas - EL CONCIERTO

Otro descubrimiento para esta semana. Una comedia francesa del 2009.  El cine francés no conoce el punto medio y suele ofrecer películas del tipo buenas o  malas.  Esta tira más hacia la primera opción.  Entretiene, sin grandes aspavientos.

13 de junio de 2013

Cine para un Exámen de conciencia - Díaz, no limpiéis esta sangre

Seguimos presionando cerebros y neuronas vacacionales.
En el 2001, el famoso encuentro del G8 dejó constancia de los brutales e indiscriminados métodos represivos policiales, en Génova.
Una película que me ha impresionado, por la valentía que han tenido al hacerlo público.  Espero que os dé qué pensar: cuando rascamos un poco, sale la porquería y la miseria que se esconde detrás.

La cinta muestra con claridad cómo suelen actuar los cuerpos del estado, podría ocurrir en cualquier lugar o país.  Quizá incluso os suene, os traiga a la mente otras escenas parecidas que vivimos en este país.

Ya os contesto por adelantado, antes de que veáis la película: SÍ, esto ocurre aquí y ahora.

No apta para conciencias demasiado sensibles.  (Que la vea el resto)

9 de junio de 2013

CINE - CINCO DÍAS DE GUERRA (2011)


Artículo de Opinión - LA PARTE CONTRATANTE DE LA PRIMERA PARTE


Al hilo de la difusión de noticias que leo en torno a la proliferación de empresas que utilizan el método de navegar en la red con la excusa de conocer mejor a sus posibles futuros empleados, me váis a permitir que lance una daga envenenada, en mi línea, y así posibilitar a algunas posible víctimas de tan encomiable función de qué modo puede repercutir un perfil, cualquier perfil, en el panorama laboral.

Todos conocemos algún caso en el que la empresa de turno rechazó incluir en su lista de "recursos humanos" al pardillo de turno que subió a la red las fotos de la pedazo fiesta botellona que libró el anterior fin de semana  con sus amiguetes, y os libro de incluir aquí fotos que os sacarían lágrimas de risa y vergüenza ajena.  Hay que ser un poco corto de ideas; sí señor. O quizá demasiado inocente.

Si hubiera utilizado los escasos dos dedos de frente que se le presuponen al posible candidato y en vez de colgarse una riestra de ajos y mirar fijamente a la cámara sacando la lengua y evidenciando la fina línea que le separa del coma etílico, el interfecto, precavido, se hubiera tapado el careto, la  evidencia mostraría un currículum que haría temblar los cimientos de cualquier universitario de Harvard. 
Nada nuevo bajo el cielo.

En una ocasión me tocó trabajar en el departamento de recursos humanos de una gran compañía española, implantada a nivel internacional.  Cada día recibíamos la nada irrisoria cantidad de entre cien y doscientos curriculums, de todos los puntos del pais.