Demasiados jóvenes -no pocos rondan la treintena- de esta España mia, esta España nuestra con cara de no haber padecido aún lo que es "ganarse las propias lentejas" (otro día trataré el tema -el de las lentejas-con su debate y todo). No osaré escribir la palabra disfrutar. A estas alturas de la película sonaría como poco a ironía malintencionada, y no es ése mi propósito.
Los recién llegados se arriman a los que acampan, latas de cervecita fresca en mano, y ¡hala!!, ya somos solidarios, por hoy cumplí, como si fuera la "fiestuqui" del barrio en verano.
Los recién llegados se arriman a los que acampan, latas de cervecita fresca en mano, y ¡hala!!, ya somos solidarios, por hoy cumplí, como si fuera la "fiestuqui" del barrio en verano.
Cuando me canse, vuelvo a la casa parental, que yo no tengo ni hipoteca, ni alquiler, ni madrugo entre semana. (Ni ganas, apostillo)
Tenía que decirlo.
MÁS PARECE UN BOTELLÓN DE FIN DE SEMANA para algunos que una protesta ciudadana.
Y aún pienso lo peor: ¿qué ocurriría si coincidieran las acampadas con fecha de partido futbolero?...
Señor...¡qué pais! Con razón dicen que estamos en el limbo.
Yo sigo observando en directo -gracias a una reportera, que pretende ser simpática pero solo puntúa como insulsa e incompetente- el ambiente que se respira en la acampada de Sol (Sol-Madrid, sí).
La pizpireta muchacha no consigue avanzar entre el gentío ni a fuerza de micrófono. Parece emocionada y ufana en ese papel, disfrutando de sus cinco minutos de gloria como si retransmitiera una boda gitana para la audiencia de Callejeros Movidas.
En mi pantalla sigo apreciando tan solo chapuzas y remiendos de personajes al estilo Zombilandia.
Cuestión de crítica.
¿Acampada de protesta ciudadana o... botellón entre semana?
Indudablemente, ni esto es Egipto, ni nosotros tenemos aún el estómago vacío.
será porqué la foto que has subido no és de ninguna #acampada sino de la plaça Sant Jaume de Barcelona (vete a saber de què dia y con qué motivo!)?
ResponderEliminarPara conseguir lo que queremos resulta imprescindible saber qué queremos y yo, al menos, tengo la sensación de que ese grupo, mayor o menor, de personas no tiene muy claro que es lo que busca. Ideas generales, ideas que a todos, de una manera u otra, se nos han pasado por la cabeza, pero lo que es concretar cómo llevarlas a la práctica nada de nada. Dan la sensación de ser gente de izquierda y, supongo, que sus deseos serán un estado más de izquierdas pero viendo los resultados de las elecciones una de dos: o el tiro les ha salido por la culata o ni dios les hace caso. Como dice el dicho: para poca saluda, ninguna.
ResponderEliminarAna, efectivamente, las fotos no pertenecían a la acampada de ese día, sino que eran las que saqué en la cacerolada/manifestación que´tuvo lugar en la Plaza San Jaume, con los egipcios, que recordarás fueron los primero en movilizarse en esta ciudad. Menudo ejemplo dimos los españoles y catalanes (creo que se sumaron a su llamada unas 50 personas, más o menos, cuando ellos se lanzaron a la Plaza Tahir con movilizaciones a favor de los españoles indignados en cuanto supieron de nuestras acampadas. En fín, que este pais no lo voy a cambiar no, ni intención tengo).
ResponderEliminarEn cuanto pude subí las de las acampadas. Cualquier día coincidimos, si no lo hemos hecho ya, verdad? Hay gente comprometida que no se preocupa de si unas fotos son de un día u otro, pero tú has tenido tiempo para fijarte y dedicar unos minutos a poner tu comentario. Qué fantástico que estar en todo. Así da gusto. :)
Saray Schaetzler
Mi querido farero:
ResponderEliminarPrecisamente tú, que te acompañas de las melodías de los habitantes del encantador pueblo marinero de tu libro (no va de coña, eh?)has de entender que coordinar a todo un pais, aunque en esencia el fondo sea el mismo, no es fácil. Y aún así se ha hecho.
Te voy a poner un ejemplo muy simple. He acudido en varias ocasiones a las charlas que organizan en diversos puntos de la ciudad (ahora las acampadas en las grandes ciudades funcionan por barrios -un barrio aquí puede componerse de cientos de miles de habitantes-. Y sí, confieso que yo misma he encontrado algunas soporíferas, pero también te digo que soy impaciente, y acostumbrada a ser expeditiva y eficaz en mi día a día, esas asambleas parecen ser eternas y no llegar a ninguna parte. ¿Cierto? Pues no. Tan solo el ejemplo de ver a decenas de personas reunidas en medio de una plaza cualquiera, con los participantes hablando por turnos y sin pisarse unos a otros, en donde prepondera el respeto y el tono amistoso y comprometido de la mayoría, qué te voy a decir, me conmueve.
Paso a paso, poc a poc, como dicen aquí. Ahora solo espero que esto no cese, que cada vez se unan más de esos que tanto se quejan pero que no hacen nada por cambiar este mundo. Que no depende del vecino, ni del gobierno de turno. Ahora somos responsables de nuestro propio futuro, y en España, esto parece que aún da un poco de miedo.
Enciende ese precioso faro, que nos alumbre un poco a todos; empieza a anochecer.
Saray Schaetzler ;))