La más auténtica Lola MacHor no defraudará a sus fieles lectores, quienes, además de disfrutar con su humor y su fino olfato, podrán comprender los complejos lazos que la unen a Juan Iturri, así como los estragos que pueden causar el odio y la venganza (Planeta)
A estas alturas de la serie que tiene como protagonista a la jueza Lola MacHor empiezo a sufrir cierta adicción a su lectura, manteniéndome atrapada entre el universo de aquella y las idas y venidas de sus secundarios. Tengo claro que mucho ha de cambiar el registro para que no siga leyendo las próximas entregas. De hecho, al comenzar Dispara a la Luna, a punto estuve de claudicar, cuando la autora nos hizo el guiño de comenzar la historia casi por el final, haciendo ese salto en el tiempo en el capítulo siguiente, con una acción trepidante, como se merece un asunto en el que un secuestro es el foco de atención, más cuando se trata del ya conocido Iturri, un trabajador de la interpol (para los lectores que seguimos esta colección).
Es la obra manida que atrapa de principio a fin y no paras hasta conocer el desenlace, ágil, que se hace corta, y por eso nos gusta a los amantes del género, conscientes de que en ocasiones lo que engancha es seguir escondidos mirando por el agujero, espiando la vida de unos personajes bien definidos que ya forman parte de nuestro currículum lector.
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