¿Y TÚ QUE ESPECIAS?
No puedo vivir sin alfàbrega/basilicum/basil/basilic/basilico, vamos, lo que viene siendo la albahaka de toda la vida para un vasco.
Aún no he aprendido a transigir con aquellas personas que no utilizan más de diez especias diferentes en sus platos.
Por sus especias les conocerás, le indico a mi amiga Nuria, una sibarita de fin de semana que de lunes a viernes traga con el menú de oficina de cualquier restaurante que a cambio del bono que le ofrece la empresa internacional para la que trabaja (sí, de nueve a cinco, es una de las afortunadas de este pais y aún no se ha enterado) le deja con ardor de estómago durante los fines de semana, que se arrastra como puede entre el folclore aborigen y las paellas tradicionales, de una calidad exquisita, pero incapaces de soterrar tanto codimento re (recalentado, recocina, requetetodo) que ingiere entre semana.
Nuria, no puedes fiarte de un hombre, cosa o animal que no mantengan una estrecha relación con el abanico de posibilidades que nos ofrecen estos tiempos de globalización respecto al conocimiento y uso de las especias.
Y ahí lo dejo. Y hasta ahí hablamos del tema.
©Saray Schaetzler, 2011 (¿Y tú qué especias?, Serie No somos Nancys)
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